viernes, 10 de junio de 2011
mi viaje....
"Hablemos de ruina y espina,
hablemos de polvo y herida,
de mi miedo a las alturas,
lo que quieras pero hablemos,
de todo menos del tiempo,
que se escurre entre los dedos.
Hablemos para no oirnos,
bebamos para no vernos,
hablando pasan los dias
que nos quedan para irnos,
yo al bucle de tu olvido,
tu al redil de mis instintos...
¡Maldita dulzura la tuya,
maldita dulzura la tuya!
Me hablas de ruina y espina,
te clavas el polvo en la herida,
me culpas de las alturas
que ves desde tus zapatos.
No quieres hablar del tiempo,
aunque este de nuestro lado.
¡Maldita dulzura la mia,
maldita dulzura la mia
maldita dulzura la nuestra!
Maldita dulzura Vetusta Morla
domingo, 8 de mayo de 2011
Mirra fluida...
Cuando dormía
y mi corazón velaba,
la voz de mi amado oí,
"abre, hermana mía,
ábreme paloma,
que mi cabeza está cubierta de rocio
y mis cabellos del relente de la noche."
Metió la mano por el agujero de la cerradura
y toda entera me estremecí,
me levante corriendo
y mis manos destilaron mirra,
mirra fluida mis dedos por el pestillo de la puerta.
Abrí, abrí a mi amado pero no estaba,
ya había pasado.
¡Y el alma se me escapó en su huida!
Lo busque, no lo hallé,
lo llamé, lo llamé y no me respondió.
¡Me encontraron los guardias,
que hacen la ronda,
me golpearon, me desnudaron
los guardias de las murallas!
¡Os conjuro, hijas de Jerusalén
si encontrais a mi amado,
decidle que muero de amor!.
Cantar de los cantares
jueves, 5 de mayo de 2011
martes, 26 de abril de 2011
Elegia
Desgarro la piel de mi alma,
rasgo la comisura del olvido
e intento sangrar la escarcha
que espesa tus venas.
No estás, no te encuentro.
Asfixio mi aliento,
infarto mis entrañas,
atollo mi cerebro
y no estás y no te encuentro.
Araño entonces la gangrena de la herida,
arranco con los dientes la costra desabrida
y ahogo la voz que no te pertenece.
Pero no estás y no te encuentro.
Si después castro las raíces
que no nacen de ti,
si siego los tallos que espuman
de las mortecinas lágrimas
y racimo los huesos quebrantados,
ni siquiera así estás,
ni siquiera así te encuentro.
Por todo esto, en la hora extrema,
desfiguro la imagen fantasmal,
atisbo la sombra de tu sombra
y siembro de vida la fútil mirada
y ahí te pienso
y ahí te encuentro.
Si además te descubro escondida
entre las curvas de mis manos,
matizando el encanto de mis ojos,
avivando las ascuas ya dormidas...
sólo así estás, sólo así te siento.
Y es entonces cuando te mueves en mi,
con la savia entumecida,
la sonrisa polvorienta
y la solo sospecha de estar viva.
A tí, Campanario de brumas
lunes, 25 de abril de 2011
Mi mundo
En mi mundo el cielo es blanco y las flores amarillas.
Yo sé caminar con tacones y tú, has dejado de llorar.
El tiempo de las risas y las escaleras, no ha pasado
y respirar es algo fácil de alcanzar.
Tu voz se transforma entre la niebla y la niebla...
¿qué es la niebla?
En mi mundo solo hay noches de verano,
brisa, café,
tardes en la arena y olor a mar.
Allí toco tu boca, la beso,
la huelo, la siento...
En mi mundo me tiembla tu boca.
Ella no busca, encuentra.
La música te llueve, la poesía cura.
En mi mundo nadie me despierta al soñar.
martes, 12 de abril de 2011
Quisiera escribir algo que te removiese el alma,
que te hiciera abandonarlo todo y volar.
Ojala supiese redactarlo digno de ti..
Después de escrito, lo recitaría y
te llenaría el corazón de besos, susurros.
Haría del nosotros algo soberbio,
lo cuidaría con mesura, lo acunaría.
Lee en mi silencio, adivínalo.
No me hagas esperar más lo infinito de ti.
Regálamelo esta noche, mañana como muy tarde.
No, no te retrases más, ven, regresa,
acércate, llévame, ¡ya es hora!.
viernes, 25 de marzo de 2011
... por el mismo camino
No sirvo para verte llorar...
Ojala pudiera llevar parte de tu dolor,
ojala sirviese de algo pensarte feliz.
Ángel has sido y ahora no puedes volar...
¡linda libélula!
Déjame que te devuelva la belleza que me has dado,
el amor regalado,
la fuerza empleada en mi.
Sobran palabras,
sobran miradas...
Aunque el tiempo nos haya robado momentos,
no puedes imaginar cuánto te quiero.
viernes, 11 de marzo de 2011
¡Qué poca verguenza!
Y que todavía en pleno siglo XXI, en el considerado primer mundo (un mundo de "respeto" y "libertad") se tengan que escuchar noticias tan desagradables como el desnudo en la capilla de la Complutense.
¿Y que un adulto universitario pierda el tiempo provocando estos escándalos? No estamos en parbulitos, hay cosas más serias que hacer como por ejemplo ESTUDIAR.
miércoles, 9 de marzo de 2011
Los orígenes de Jauja
Ya en el siglo XVI, cuando los crónistas volvían de América para contar lo que allí vivían, se creo el mito del país de Xauxa. Éste era un valle de América que contaban era precioso y de vistas increibles. La gente allí sí trabajaba pero sin excesos, se vivía en paz. Con el paso de los años... Xauxa paso a designar una ínsula que no existía realmente y nació así el mito como tal.
Cada uno que decore su ínsula con lo que quiera: comida, bebida,mujeres, éxito...
En la mía solo hay sitio para dos y el billete anda reservado...
QUIEN TENGA OJOS QUE LEA.
domingo, 20 de febrero de 2011
Cada segundo que pasa lo siento con más fuerza,
me golpea el alma, me arrastra, arrasa.
Ansias de libertad,
de independencia.
Ganas de llorar y patalear.
Serlo y no poder hacerlo,
saberlo y no exteriorizarlo...
tener que dejar que se pudra.
Llegará el momento en que será tarde,
tarde para ti y para eso,
tarde ya.
El ser a flor de piel,
la vida en el lugar equivocado
y yo todavía aquí.
me golpea el alma, me arrastra, arrasa.
Ansias de libertad,
de independencia.
Ganas de llorar y patalear.
Serlo y no poder hacerlo,
saberlo y no exteriorizarlo...
tener que dejar que se pudra.
Llegará el momento en que será tarde,
tarde para ti y para eso,
tarde ya.
El ser a flor de piel,
la vida en el lugar equivocado
y yo todavía aquí.
sábado, 19 de febrero de 2011
martes, 15 de febrero de 2011
Niña enfermiza
En penumbra...siento mi pecho.
No debe seguir latiendo con esa fuerza,
más despacito,
así, sin prisa.
Yo te hablo, te suplico,
pero no me escuchas.
Es realmente importante,
pero no hay nada,
silencio.
Y yo desespero,
vuelco,
tiemblo,
y silencio de nuevo.
Ínfima revolución del alma.
Ni siquiera la has percibido.
lunes, 14 de febrero de 2011
Poesía
No digáis que agotado su tesoro,
de asuntos falta, enmudeció la lira.
Podrá no haber poetas, pero siempre
habrá poesía.
Mientras las ondas de la luz al beso
palpiten encendidas,
mientras el sol las desgarradas nubes
de fuego y oro vista,
mientras el aire en su regazo lleve
perfumes y armonías,
mientras haya en el mundo primavera,
¡habrá poesía!
Mientras la ciencia a descubrir no alcance
las fuentes de la vida,
y en el mar o en el cielo haya un abismo
que al cálculo resista,
mientras la humanidad siempre avanzando
no sepa a do camina,
mientras haya un misterio para el hombre,
¡habrá poesía!
Mientras se sienta que se ríe el alma,
sin que los labios rían,
mientras se llore, sin que el llanto acuda
a nublar la pupila,
mientras el corazón y la cabeza
batallando prosigan,
mientras haya esperanzas y recuerdos,
¡habrá poesía!
Mientras haya unos ojos que reflejen
los ojos que los miran,
mientras responda el labio suspirando
al labio que suspira,
mientras sentirse puedan en un beso
dos almas confundidas,
mientras exista una mujer hermosa,
¡habrá poesía!
Rima XXXIX
Gustavo Adolfo Becquer
sábado, 12 de febrero de 2011
viernes, 4 de febrero de 2011
Sueño.
¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño:
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son."
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño:
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son."
Pedro Calderón de la Barca
La vida es sueño.
Campanario de brumas
Pensando, enredando sombras en la profunda soledad.
Tú también estás lejos, ah más lejos que nadie.
Pensando, soltando pájaros, desvaneciendo imágenes,
enterrando lámparas.
¡Campanario de brumas, qué lejos, allá arriba!
Ahogando lamentos, moliendo esperanzas sombrías,
molinero taciturno,
se te viene de bruces la noche, lejos de la ciudad.
Tu presencia es ajena, extraña a mí como una cosa.
Pienso, camino largamente, mi vida antes de ti.
Mi vida antes de nadie, mi áspera vida.
El grito frente al mar, entre las piedras,
corriendo libre, loco, en el vaho del mar.
La furia triste, el grito, la soledad del mar.
Desbocado, violento, estirado hacia el cielo.
Tú, mujer, ¿qué eras allí, qué raya, qué varilla
de ese abanico inmenso? Estabas lejos como ahora.
¡Incendio en el bosque! Arde en cruces azules.
Arde, arde, llamea, chispea en árboles de luz.
Se derrumba, crepita. Incendio. Incendio.
Y mi alma baila herida de virutas de fuego.
¿Quien llama? ¿Qué silencio poblado de ecos?
¡Hora de la nostalgia, hora de la alegría, hora de la soledad,
hora mía entre todas!
Bocina en que el viento pasa cantando.
Tanta pasión de llanto anudada a mi cuerpo.
¡Sacudida de todas las raíces,
asalto de todas las olas!
Rodaba, alegre, triste, interminable, mi alma.
Pensando, enterrando lámparas en la profunda soledad.
¿Quién eres tú, quién eres?
Pensando, soltando pájaros, desvaneciendo imágenes,
enterrando lámparas.
¡Campanario de brumas, qué lejos, allá arriba!
Ahogando lamentos, moliendo esperanzas sombrías,
molinero taciturno,
se te viene de bruces la noche, lejos de la ciudad.
Tu presencia es ajena, extraña a mí como una cosa.
Pienso, camino largamente, mi vida antes de ti.
Mi vida antes de nadie, mi áspera vida.
El grito frente al mar, entre las piedras,
corriendo libre, loco, en el vaho del mar.
La furia triste, el grito, la soledad del mar.
Desbocado, violento, estirado hacia el cielo.
Tú, mujer, ¿qué eras allí, qué raya, qué varilla
de ese abanico inmenso? Estabas lejos como ahora.
¡Incendio en el bosque! Arde en cruces azules.
Arde, arde, llamea, chispea en árboles de luz.
Se derrumba, crepita. Incendio. Incendio.
Y mi alma baila herida de virutas de fuego.
¿Quien llama? ¿Qué silencio poblado de ecos?
¡Hora de la nostalgia, hora de la alegría, hora de la soledad,
hora mía entre todas!
Bocina en que el viento pasa cantando.
Tanta pasión de llanto anudada a mi cuerpo.
¡Sacudida de todas las raíces,
asalto de todas las olas!
Rodaba, alegre, triste, interminable, mi alma.
Pensando, enterrando lámparas en la profunda soledad.
¿Quién eres tú, quién eres?
Poema 17 Pablo Neruda
sábado, 15 de enero de 2011
Si tú me dices «¡ven!», lo dejo todo...
No volveré siquiera la mirada
para mirar a la mujer amada...
Pero dímelo fuerte, de tal modo
que tu voz, como toque de llamada,
vibre hasta el más íntimo recodo
del ser, levante el alma de su lodo
y hiera el corazón como una espada.
Si tú me dices «¡ven!», todo lo dejo.
Llegaré a tu santuario
casi viejo, y al fulgor de la luz crepuscular;
mas he de compensarte mi retardo,
difundiéndome ¡Oh Cristo! ¡como un nardo
de perfume sutil, ante tu altar!
No volveré siquiera la mirada
para mirar a la mujer amada...
Pero dímelo fuerte, de tal modo
que tu voz, como toque de llamada,
vibre hasta el más íntimo recodo
del ser, levante el alma de su lodo
y hiera el corazón como una espada.
Si tú me dices «¡ven!», todo lo dejo.
Llegaré a tu santuario
casi viejo, y al fulgor de la luz crepuscular;
mas he de compensarte mi retardo,
difundiéndome ¡Oh Cristo! ¡como un nardo
de perfume sutil, ante tu altar!
"Si tu me dices ven"
Amado Nervo
jueves, 13 de enero de 2011
"Perdóname por ir así buscándote
tan torpemente, dentro
de ti.
Perdóname el dolor, alguna vez.
Es que quiero sacar
de ti tu mejor tú.
Ése que no te viste y que yo veo,
nadador por tu fondo, preciosísimo.
Y cogerlo
y tenerlo yo en alto como tiene
el árbol la luz última
que le ha encontrado al sol.
Y entonces tú
en su busca vendrías, a lo alto.
Para llegar a él
subido sobre ti, como te quiero,
tocando ya tan sólo a tu pasado
con las puntas rosadas de tus pies,
en tensión todo el cuerpo, ya ascendiendo
de ti a ti mismo.
Y que a mi amor entonces, le conteste
la nueva criatura que tú eras."
tan torpemente, dentro
de ti.
Perdóname el dolor, alguna vez.
Es que quiero sacar
de ti tu mejor tú.
Ése que no te viste y que yo veo,
nadador por tu fondo, preciosísimo.
Y cogerlo
y tenerlo yo en alto como tiene
el árbol la luz última
que le ha encontrado al sol.
Y entonces tú
en su busca vendrías, a lo alto.
Para llegar a él
subido sobre ti, como te quiero,
tocando ya tan sólo a tu pasado
con las puntas rosadas de tus pies,
en tensión todo el cuerpo, ya ascendiendo
de ti a ti mismo.
Y que a mi amor entonces, le conteste
la nueva criatura que tú eras."
La voz a ti debida.
Pedro Salinas
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